Resulta sencillo dar el respaldo a la opinión de la mayoría y más aún cuando este gesto garantiza que se nos tome en cuenta.
La corrección política subordina en muchas ocasiones a la verdad bajo la estrategia de una falsa consideración hacia los demás que evita la dialéctica que se manifiesta como el crecimiento que surge de un diálogo fructífero cuya meta sincera es descubrir la verdad enfocando el análisis desde múltiples puntos de vista sin ofenderse por las críticas al razonamiento propio.