Es una frase que habla de la coherencia y de la integridad personal, si se vive y actúa de acuerdo a los valores que tenemos. Muchas veces no tenemos claro lo que queremos para nuestra vida, es por ello que es muy relevante analizar si estamos viviendo como pensamos dado que tener esto claro nos permite tener un punto de partida muy valioso para enfocar nuestro futuro.
Si la coherencia con los propios principios implica tener conciencia de estos, se torna vital conocer cuáles son nuestros principios rectores, es necesario, por lo tanto, identificar nuestra escala de valores y del porqué los suscribimos.
En una ocasión pregunté a una persona la razón del porqué elegía vivir algo que dañaba su dignidad y me respondió -«¿Y por qué no?»- Ante esta respuesta no tuve argumentos pero me dejó intrigado ya que esa respuesta parece llevar implícita una declaración de libertad, un grito de liberación lograda que se mostraba en una orilla distante a la mía. Mi orilla tenia que ver precisamente con la pretensión de elegir vivir de acuerdo a una escala de valores que cosechan estabilidad y lucidez. Ante esta intriga me pregunté a mi mismo – ¿Qué significa ser libre? –
